La Alpujarra almeriense es una comarca llena de historia mítica y misteriosa que está situada al oeste de la provincia Almería, conformada por un conjunto de 22 municipios, ubicados al sur de Sierra Nevada, muy cerca del Mediterráneo, que limita con el desierto de Tabernas, con una historia homogénea entre sus comunidades, está profundamente ligada a las culturas musulmanas e hispanas de la región. Posee un espectacular paisaje montañoso, cuyas dimensiones alcanza los 2000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Esta espectacular zona cuenta con una serie de pueblos en la sierra ideales para que los turistas, amantes de la montaña, los visiten, a medida que se avanza por la carretera, observando las imponentes características rurales que dejan ver parte de la historia, mezclada con mitos y leyendas, y una particular gastronomía de alta montaña, convirtiéndolo en un paraje con aires románticos y un destino privilegiado para los visitantes que aman la naturaleza.
10 motivos para ir a la Alpujarra almeriense
1. Mítica historia
Los aires de la cultura árabe que se respira en los cuatro costados de la Sierra, deja ver también grandes recuerdos de las antiguas crónicas, sobre las distintas dinastías árabes-musulmanas que dominaron la península ibérica entre los siglos VIII y XV donde terminó recluido Boabdil, el último sultán del reino nazarí de Granada, antes de su definitiva expulsión de España.
Un atractivo destacado en La Alpujarra almeriense es su niebla que deja ver los legados que aún perduran sobre los trazados urbanísticos de los pueblos de la zona y las técnicas de aprovechamiento de las aguas a través de acequias y canales, además de los materiales que utilizan en la construcción de las viviendas, utilizando recursos orgánicos como pizarra en los tejados, los caminos o maderas de álamo, castaño y nogal en los marcos y ventanas.
2. Atractivos
Entre las múltiples razones para visitar los pueblos de la espectacular sierra, están:
- Sus pintorescos pueblos
- La esencia de la Alpujarra en la Sierra de Almería
- Su mítica historia
- Caminar entre valles y montañas el senderismo
- La Montaña de sol
- El sendero de Vereda de Alcozayar
- El sendero Cordel de la Solana
- Los canales de Padules
- La defensa de La Alpujarra de Almería.
- Los sabores de La Alpujarra almeriense
Su esencia los pueblos de la sierra
Se dice que la esencia de la Alpujarra en la Sierra de Almería, son sus pueblos y que son llamados poéticamente por Francisco Villaespesa «el balcón dónde se asoma España, para ver las bellas costas de África que a través del marzo le envían sus risas de enamorada». Los pueblos de Alpujarra son cinco:
3. Alhama de Almería
Esta población cuenta hoy con unos 4000 habitantes, con una historia que fue apasionante en tiempos de los primeros romanos y que más tarde fue reconstruida por los árabes, demostrado por la gran cantidad de restos arqueológicos existentes en la zona, tales como: un viaducto romano que aún se conserva, conocido como La Puente; o la Loma de Galera, un conjunto de monumentos fúnebres, conocidos como necrópolis de la época prehistórica.
El nombre Alhama es la forma árabe para decir Alabama, que significa agua sagrada, y está relacionado con las aguas termales que existen en la cercanía de la Sierra de Gádor, aprovechadas en gran medida por el balneario San Nicolás, ubicado en el centro del pueblo.
4. Padules
Un pueblo también cargado de mucha historia, con emblemáticas construcciones arquitectónicas, como la iglesia de Santa María la Mayor, cuyos muros aún se conservan en su auténtico color de la alpujarra; y la Plaza del Barrio, donde está la cruz del humilladero. En Padules se encuentran los senderos acuáticos que pasan por el río Andarax.
Además, ofrece un exquisito vino de Padules elaborado con la uva de ohanes, lo cual lo hace excepcional por su materia prima.
5. Almócita
Queda a dos kilómetros Padules. El nombre, traducido del árabe, significa «el de en medio», ya que se encuentra ubicado en la mitad del trayecto que conduce a La Alpujarra. Además ahí se encuentra el antiguo barrio judío y un aljibe lavadero de origen árabe y las instalaciones hidráulicas más antiguas de la Alpujarra.
6. Fondón
Continuando el recorrido, se encuentra el famoso pueblo Fondón, considerado uno de los tesoros arquitectónicos más valorados de La Alpujarra. Tiene un centro cultural cargado de arte e historia en cada rincón. También es famoso por la gastronomía alpujarreña, con platos como las ligas con tropezones.
7. Laujar de Andarax
Se conocía por los antiguos moradores árabes como «la caverna de la montaña agua». Sus aguas dividen al pueblo, nutriendo la fuente y los árboles frutales que florecen alrededor. Además, sus atractivos naturales, son áreas perfectas para la recreación, así como las construcciones antiguas y restos de la cultura árabe.
8. La Alpujarra, excelente paraje para comer
Si buscas un lugar donde comer, existe un paraje que sorprenderá por su excelente comida de la zona, especializada en ricas carnes a la brasa. Esta tierra de ganaderos y pastores, da buena carne y se presta para las elaboraciones de embutidos, quesos con leche de oveja, de cabra, de vaca, curadas o suaves y cremosas, con hierbas y especias en aceite.
El singular sabor de la Alpujarra almeriense surge de una cocina considerada como honesta, sencilla y directa, muy ligada a los frutos de la tierra y el matiz que heredaron esas tierras de las culturas hispanas y musulmanas. Con sus típicos platos, muy clásicos de la zona, como las patatas a lo pobre, huevo frito y productos típicos de la matanza, el lomo de orza, la longaniza, la morcilla y el jamón serrano, así como queso, migas, potajes y pucheros. Platos que denotan en su sabor cómo transformar los alimentos del campo en auténticos manjares.
9. Una zona llena de repostería
Además de su repostería tradicional cargada de matices árabes, que demuestra la riqueza cultural de la zona, con los soplillos hechos en clara de huevo, canela, azúcar, almendra y limón, dándole el toque dulce y singular a la Alpujarra.
10. Disfruta de todas las vistas
Sin duda alguna, la Alpujarra almeriense está provista de paisajes maravillosos, capaces de maravillar a cualquier visitante y hacer que se enamore de este precioso lugar.