Las razones para visitar este lugar, son para alimentar tu conocimiento histórico, sobre España y sobre Almería.
10 razones por los que visitar los refugios de la Guerra Civil
A continuación, te damos 10 motivos de peso por los que visitar esta zona subterránea de la ciudad.
1. Perfecto para visitar en la temporada baja
Los refugios de la Guerra Civil en Almería, a pesar de estar abiertos tanto en temporada alta como en la baja, son una genial opción si quieres venir a darte un paseo por la ciudad durante la temporada baja, cuando las playas de la costa almeriense no están masificadas porque todavía hace frío.
2. Una forma diferente de aprender sobre la historia de Almería
Se puede aprender de muchas maneras diferentes, pero no una mejor que experimentar en carne y hueso lo que nuestros abuelos o padres pudieron sufrir durante la guerra civil española. Ir a los refugios de Almería te acercará a la triste realidad que tuvieron que vivir muchas familias españolas.
3. Estructura y sistema de los refugios
Bajo la ciudad de Almería hay 4 kilómetros de túneles, o refugios antiaéreos, que se utilizaron para albergar a los residentes de Almería durante la guerra civil española. La ciudad fue bombardeada al menos 52 veces. Las bombas que emplearon fueron cerca del millar. Los túneles estaban destinados a albergar al 90 % de los 52 000 habitantes de la ciudad en ese momento. El resto de los almerienses podría refugiarse en cuevas cercanas o en sótanos privados.
Durante la construcción de un aparcamiento en 2001, los refugios fueron redescubiertos. Aunque los residentes más antiguos seguramente conocían su existencia, nunca se habló de ellos. También se descubrieron los antiguos restos de Puerta Pechina, la puerta de entrada a la ciudad amurallada. La renovación de los túneles para permitir su visita duró hasta diciembre de 2006, cuando se abrieron al público.
4. ¿Cómo eran los Refugios para los almerienses durante la Guerra Civil?
Las entradas a los refugios se construyeron por toda Almería en casas particulares y para mostrar una conexión la gente dejaba una bandera negra fuera de su puerta que decía REFUGIO. Los más ricos tenían sus propias entradas privadas y a veces espacios privados dentro de los refugios.
Dentro de los refugios había una serie de normas; entre ellas una que prohibía hablar de política o religión. No se permitía fumar y no se podía dejar a los niños solos.
Si visitas los túneles de los refugios de Almería, te darás cuenta de las barreras que hay que sortear, colocadas en forma de rompecabezas a lo largo del túnel, cerca de la entrada. Esto era para evitar que las ondas de la explosión de una bomba se extendieran por los túneles.
5. En el techo se pueden ver pequeños agujeros donde estaban tendidos los cables de iluminación originales
La parte más profunda de los túneles, de 16 metros de profundidad, es donde se almacenaban los alimentos. Está cerca del mercado central y se puede bajar a ver esta parte del refugio en la visita. Los ocupantes de los refugios de la guerra civil podían salir al mercado central para recoger alimentos, en caso de quedar atrapados en los túneles durante mucho tiempo.
Hay dibujos infantiles de aviones y las historias de los bombardeos rayados en la pared, junto con el nombre de uno de los constructores.
6. ¿Cómo se entra en los refugios de Almería?
En estos antiguos refugios antiaéreos subterráneos solo pueden bajar 30 personas a la vez, y las visitas guiadas se realizan solo algunas veces al día. Para visitar los refugios hay que reservar con antelación. La visita es en español y tan solo cuesta 3 euros, así que merece la pena ir.
7. Túneles creados para evitar masacres
Cuando estalló la Guerra Civil, el gobierno de Almería rechazó la idea original de construir refugios para civiles por su elevado coste. Pero en 1937 se puso en marcha el Proyecto Refugio Antiaéreo de Almería con donaciones públicas y privadas. Guillermo Langle Rubio, arquitecto local, fue el encargado de diseñarlo. Fue asistido por el ingeniero de minas Carlos Fernández Celaya y el ingeniero civil José Fornieles.
La obra duró un total de dieciséis meses y utilizó vías y estructuras del Ferrocarril de Sierra Alhamilla abandonado. Con una longitud total de más de 4 kilómetros, puede albergar hasta cuarenta mil personas. El lugar esta totalmente ventilado a través de un tubo de hierro corrugado de 100 mm de diámetro para resistir posibles ataques con granadas.
8. Proyecto actual
Hoy en día, es uno de los santuarios subterráneos mejor conservados de Europa. Por su singularidad, la red de sitios históricos de la Junta Militar de Andalucía ha incluido el escondite en su listado. Curiosamente, algunas de las entradas son privadas y se puede ingresar desde las casas de los ricos.
9. Cero política y religión dentro de los refugios
No se podía fumar ni portar armas en los búnkeres. Tampoco se nos permite hablar de política o religión para evitar confrontaciones y los niños, por obvias razones, no se podían dejar
10. Actualidad de su funcionamiento
Por estos días, el diseño original tiene más de 4 kilómetros de largo. 1 kilómetro de esos cuatro se ha podido reparar, en concreto el de la calle principal del Paseo de Almería. Allí se han reconstruido varios espacios, como el almacén, el refugio y el quirófano, con todos los detalles incluyendo los instrumentos de la época.
El monumento tiene sectores y espacios para personas discapacitados, con la posibilidad de realizar visitas guiadas para mas ayuda. Este lugar ha servido como entre otros, para escenarios de producciones de películas, sobre todo, del género de misterio y terror. Por lo que son muchas las curiosidades que encontraras durante tu visita.